En una de sus más conocidos escritos autobiográficos, titulado Hombre de paz en la guerra, el sacerdote vasco Alberto Onaindia refiere un episodio que refleja con gran plasticidad la firme y tenaz actitud que el PNV mantuvo en defensa de la vida humana durante la guerra civil.
Cuando Onaindía trabó en el Vaticano uno de los contactos para los que había sido comisionado por el Lendakari Agirre, su interlocutor, acostumbrado, sin duda, a recibir mensajes y requerimientos procedentes de los dos bandos, le preguntó:
– ¿En nombre de quién viene usted?
Y Onaindía, ágil y sagaz, como siempre, respondió:
– En nombre de los que no han matado a nadie.
En un conflicto tan encarnizado y cruento como aquél, donde la retaguardia se había convertido, en ambos bandos, en un espantoso infierno de asesinatos incontrolados, identificarse como alguien radicalmente ajeno a la práctica de detener arbitrariamente a los vecinos presuntamente vinculados al bando contrario y darles, sencillamente, el «paseo» -sin cargos, sin pruebas, sin juicio y sin reconocerles la más mínima posibilidad de defenderse-, era una manera de marcar distancias frente a lo que estaba ocurriendo en España y presentarse ante las instancias internacionales con un perfil propio; era una manera de afirmar con claridad: «Nosotros, ni compartimos, ni contribuimos a alimentar la brutal carnicería que está teniendo lugar entre nosotros».
Esta firme actitud pro vida, le valió al PNV la crítica procedente de ambos bandos.
Las izquierdas del Frente Popular le acusaban de no combatir con la determinación y la energía necesarias. En la guerra -insistían- no debe haber contemplaciones con el enemigo. Y tanto escrúpulo en la defensa de la vida humana, restaba, a su juicio, eficacia a la lucha contra los rebeldes. El PNV, en definitiva, no era de fiar.
Las derechas, por el contrario, le afeaban su asociación con un bando regido por comunistas y ateos; algo inasumible en el ambiente católico de la época. «Con vuestra actitud -esgrimían- estáis, de hecho, propiciando el triunfo de las ideas y de las siniestras prácticas de los soviéticos, que son contrarias al humanismo cristiano y a la defensa de la vida que tanto propugnáis». Tampoco para ellos era fiable el PNV.
Desde ambos frentes se tachaba a los hombres y mujeres del PNV de ingenuos. De candorosos. De inocentes. De abrazarse, con candidez angelical, a unos valores tan puros, que no servían para conducirse con clarividencia y acierto en una coyuntura tan confusa y violenta como aquella, donde lo único importante era vencer sin contemplaciones al enemigo.
También se les acusó de traidores. Poner «peros» de raíz humanista al infernal avance de una máquina de guerra que está programada para aniquilar al enemigo, era casi como desertar. Era una actitud que lindaba con la traición. E invocar razones del mismo carácter para salvar la cara a un ejército controlado por comunistas contrarios a las conquistas de la civilización occidental, también.
Mas, pese a los unos y a los otros, entre las tropas dirigidas por el Lendakari Agirre se podían producir situaciones como las que recoge el siguiente testimonio del escultor Eduardo Chillida, que serían absolutamente inconcebibles en las zonas controladas por los falangistas o por los milicianos de extrema izquierda. Al ser preguntado sobre la situación que atravesó su familia durante la guerra civil, el artista donostiarra contestaba: «Mi padre era de derechas, y cuando estalló la guerra fue detenido, lo encarcelaron, y al tiempo fue enviado a Bilbao. Estuvo en la carcel del Carmelo. Y le oí contar […]cómo conservó su vida gracias a los gudaris. Hablaba con mucho respeto de ellos, y contaba a menudo que en aquellas ocasiones en que las masas se lanzaron a las cárceles para vengar las víctimas de los bombardeos de los aviones italianos y alemanos, lo gudaris acordonaron la cárcel y salvaron a mucha gente. Esto se lo he oído contar a mucha gente».
Insisto, testimonios como el transcrito serían inimaginables en el Madrid sitiado o en la Navarra abrazada a la causa nacional.
Pese a los unos y a los otros, el PNV nunca se apeó de su firme compromiso con el ser humano, su vida, su integridad y su dignidad. Bendita sea su ingenuidad. La ingenuidad del demócrata.
Por supuesto que sí, Josu. La defensa de la vida y de los derechos humanos. El PNV siempre a andado por delante. Por eso le votamos algunos. Que no abandone nunca esos principios. Ahora con más razón que nunca.
Después de 30 años de ostentar el poder en Eukadi, ahora, con más razón que nunca, se puede decir cualquier cosa menos que la ingenuidad sea una característica del PNV.
No es casualidad que los fueros de Vizcaya hace siglos ya recogían el rechazo al tormento de cualquier foma de sus hijos.Por cierto tambien aparece en los fueros de Navarra.Ha sido intrinseco en la forma de vida de los vascos durante siglos, el trabajo antes que el disfrute, la lealtad antes que la mentira (palabra de vasco), la libertad pero entendida como buruaren jabe izatea, es decir la toma de decisiones, el asociacionismo voluntario y solidario rechazando SIEMPRE CUALQUIER IMPOSICION interna o externa.
Me ha alegrado mucho Josu que hayas desarrollado éste trabajo porque es de máxima importancia que la genta sepa las cosas que se cocían. Desgraciadamente es mucha la gente que desconoce las vicisitudes de éste pequeño gran pueblo. La juventud (y no le culpo) es victima muchas veces del ritmo vertiginoso de vida que llevamos, el consumismo, la perdida paulitana de valores básicos como la buena educación, los modales, la ética en el trabajo y en otros espacios, etc. Tengo la esperanza que la recesión mundial, el tsunami que tenemos encima sirva para revolver muchas almas y replantearse seriamente lo que queremos para las próximas generaciones. Que siempre habrá gente mal intencionada, sin vergüenzas eso me temo forma parte intrinseca del ser humano. Pero es nuestra obligación atenuar al máximo la capacidad de aquellos.
Zorionak Josu eta besarkada bat,
Hola: Hoy he estado releyendo un artículo que tenía en casa sobre los procesos de Nuremberg. Según dice el periodista, se trataba de que un gran juicio enseñara al mundo que la guerra tenía sus propias reglas, su código de caballeros, de sentar jurisprudencia en un caso en el que no se les iba a juzgar por perder una guerra, si no por haberla iniciado.Parece que poco duró ese espiritu humanista y caballeresco, ya que los mismos excesos se han seguido cometiendo, y se seguirán cometiendo me temo.Por cierto, ¿de qué es responsable el PNV?
He oído que Aguirre simpatizó con Hitler. Dudo que fuera tan íntegro como ustedes, los nazionalistas, lo pintan.
Límpiese las orejas de vez en cuando. Simpatizaron con Hitler Franco y todos sus seguidores y herederos. Entre ellos los muchos del PP que siguen sin querer condenar el franquismo. A José Antonio de Aguirre y Lekube le persiguió la Gestapo para entregarlo a Franco y que fuese fusilado como hicieron con Companys. Eso es historia y está en los libros de historia, no en los libelos que ud. lee… aunque dudo mucho que ud. lea siquiera libelos.Los vascos simpatizábamos tanto con los nazis que hasta nos dejamos alegremente bombardear por la Legión Condor. Somos la caraba.
No puedo suscribir la afirmación desde la que parte la reflexión de Daniel. El PNV no ostenta el poder en Euskadi durante 30 años. Vamos a ser precisos y rigurosos. El PNV lleva 28 años presidiendo un Gobierno autonómico que, desde 1986 es de coalición. De los 28 años, por tanto, en 22, no ha gobernado, sino cogobernado, con el PSOE, EE, EA y EB.
Ostentar el poder es otra cosa. Muy diferente, por cierto. No es ejercer unas competencias muy acotadas y progresivamente erosionadas por la implacable acción del Tribunal Constitucional.
Ostentar el poder es controlar la banca, las relaciones internacionales, la relación con la UE, el ejército y los servicios de inteligencia. Ostentar el poder es disponer de la capacidad para definir el marco al que han de ajustar su actividad las grandes empresas internas y multinacionales. Ostentar el poder es tener capacidad para designar a los árbitros del sistema -los magistrados del Tribunal Constitucional- e influir decisivamente en el nombramiento de las más altas dignidades de poder judicial. Ostentar el poder es disponer de capacidad para modificar el marco legal y constitucional. Ostentar el poder es condicionar de modo eficaz a los grandes medios de comunicación, que conforman el 90% de la información que llega al ciudadano medio.
Todo eso es osentar el poder. Y el PNV ha estado muy lejos de tener esos resortes al alcance de su mano.
Tampoco comparto, obviamente, lo que dice a propósito de la ingenuidad. En el ámbito del Estado español, donde operan poderosísimos cocodrilos políticos, el PNV es un cándido cervatillo de la sabana.
Al amigo Curro, le tengo que sugerir que agudice un poco su sentido crítico. Sólo conozco un libro que habla de esas pretendidas simpatías del Lendakari Agirre con Hitler. Se trata de un libelo escrito por José Díaz Herrera, que lleva por tíulo Los mitos del nacionalismo vasco. Es un bodrio sin el más mínimo rigor. Los párrafos que dedica a esa cuestión, carecen de base documental y están confeccionados desde un sectarismo -el del periodista bien pagado por el poder- que le priva del más mínimo interés.
Hay que cambiar de lecturas, camarada. Con esas fuentes, me temo que es poco lo que podrá avanzar en el conocimiento crítico del nacionalismo vasco.
Josu, ostentar el poder también es imponer un modelo muy particular de enseñanza y de educación que después de tantos años ha dado sus frutos, frutos que evidentemente no contribuyen precisamente a resolver el principal problema de Euskadi.Ostentar el poder también es disponer de una policía al parecer muy eficaz excepto curiosamente en lo que atañe al principal problema de Euskadi.Seamos rigurosos. Principal problema de Euskadi: Una minoría de la población apoya el terrorismo y la falta de libertad…. me da que no hay consenso.
Hola Daniel: Respecto a la ertzaintza, puede que no hayas oído nunca al consejero Balza exigir en numerosas ocasiones que la ertzaintza pueda actuar en Francia o pedir una y otra vez que se integre en igualdad de condiciones en el espacio policial Schenghen para poder actuar con eficacia contra el terrorismo. Si no se lo has oído nunca es lógico que pienses así, pero difícilmente puede ser achacable al gobierno vasco esa curiosa, como tú la calificas, ineficacia de la ertzaintza, si desde otras instancias se bloquea su pleno desarrollo. En cuanto a lo que comentas de la educación, no sé cuales son esos frutos tan amargos, pero espero que no te estés refiriendo a ese argumento, que hace un tiempo ya usaron algunos, según el cual en las ikastolas se forjan los futuros terroristas… Un saludo.
Me dices, Daniel que ostentar el poder es, también imponer un modelo muy particular de enseñanza y de educación que después de años ha dado sus frutos. Permítema algunas precisiones.
1.- En Euskadi, no se ha impuesto, que yo sepa, un modelo de educación. El vigente en Euskadi, está aprobado, en parte, en las Cortes Generales -el Estado sigue siendo el competente para aprobar la ordenación general del sistema educativo y fijar el 45% de las enseñanzas mínmas- y en parte por el Parlamento vasco, en un momento en el que el Gobierno era de coalición PNV-PSOE, y la cartera de Educación estaba en manos de Fernando Buesa.
2.- El vigente en Euskadi no es un modelo «muy particular» de enseñanza y educación, tal y como lo calificas. Es perfectamente homologable al vigente en las comunidades del entorno y en muchos países europeos.
3.- Sobre los frutos que este sistema ha generado, el más destacable es que la media de los alumnos vascos se sitúa, en general, por encima de la media española en los indicadores mundiales que reflejan el nivel de formación de los estudiantes.
4.- Si cuando aludes a los frutos de la educación, te refieres, en la línea en la que lo hacía Mayor Oreja, a la subsistencia del fenómeno etarra, te invitaría a hacer una reflexión más perspicaz sobre el asunto. ETA nace en el franquismo. ¿Fue fruto de la educación franquista?. En muchos de los centros educativos en los que estudiaron jóvenes que hoy militan en ETA se formaron, también, miles de jóvenes pacíficos, democráticos y plenamente respetuosos con el prójimo. ¿Cuales son los frutos de la educación vasca? ¿La minoría minoritaria que se alista en ETA o la inmensa mayoría de los que abominan de la violencia?
Daniel hace también una referencia a la presunta ineficacia de la Ertzantza en la lucha antiterrorista. Daniel, ¿tienes conocimiento de las solicitudes que hemos formulado para que la Ertzantza tenga cabida en los equipos conjuntos de investigación que operan en Francia y manejan el 90% de la información que permite detener comandos? ¿Tienes noticia de las veces que el Gobierno de España -tanto del PP como del PSOE- nos han contestado que no? Algún día escribiré un post aclarándolo.
Kaixo Josu,Hay un tema que quizás no he comentado nunca contigo. Un consul honorario de una república suramericana me comentó un día que corría el rumor en Bilbao que el Lendakari Aguirre había conocido a Hitler en la embajada de la Republica Dominicana de Berlin.Pues bien, conozco a dos historiadores alemanes, uno lo conocerás tú también, que han investigado en todos los archivos de la RFA y no han encontrado rastro alguno ni de Jose Antonio de Aguirre ni del Doctor Jose Andres Alvarez Lastra, nombre, como sabes, que utilizó Aguirre para esconderse de la Gestapo. Hasta que alguien produzca pruebas documentales (la pista que he dado debería de incitar a la investigación) la verdad de la relación entre Aguirre y Hitler está descrita en el libro De Guernica a Nueva York pasando por Berlin, libro que aún se puede encontrar en las librerías de España, Estados Unidos de America (con el título de Escape via Berlin) y Japón, desgraciadamente no sé reproducir el título de este libro en Japonés.Agur bero bat,Joseba
Ez, Joseba, ez dut uste inoiz honi buruz hitz egin dugunik. Baina datu jakingarria ematen diguzu. Tamalez, Curro horrek ez dut uste hori guztia behar bezala ikertzeko lana hartuko duenik.
Ahora lo he entendido. El principal problema de Euskadi es que el estado español, en colaboración con el francés, tienen a la población euskalduna subyugada y oprimida y esto crea el caldo de cultivo para que por generación espontánea, y a pesar de la buenísima gestión nacionalista, unos aguerridos jóvenes patriotas no puedan soportar más la situación y se lancen a extorsionar, secuestrar y matar a diestro y siniestro sin importar demasiado si las victimas son rojos, fachas, mediopensionistas o simplemente pasaban por allí. Todo por la patria, con la inefable excepción del clero.Con la ansiada independencia los problemas desaparecerían y todos seriamos felices y comeríamos perdices.En fin, España con su nacionalismo memo no creo que sea demasiado obstáculo, pero ¿y que hacemos con Francia? … ¡ay, ay, ay! con Francia me temo que la cosa ahí va a estar chunga, chunga, chunga…
¿O sea que según tu opinión el terrorismo es fruto de las ikastolas? Será que hice pira en esa asignatura y no me enteré…
No Daniel. El principal problema es que en un país, España, de gloriosa historia e impecable trayectoria democrática, motor de la Ilustración, faro de la civilización, centinela de Occidente y modelo universal de respeto al pluralismo y al derecho a ser diferente, unos colectivos primitivos, tribales, predemocráticos y aferrados a mitos ancestrales -los nacionalistas- se muestran refractarios a compartir un destino común que sólo puede conducirnos hacia horizontes de gloria, prosperidad y esplendor.
Y, claro, oponerse a la luz -España- significa abrazar las tinieblas: el retraso, la irracionalidad y la violencia.
¿No se lee usted la prensa de la derecha española? ¿No escucha la COPE?
Ja Ja Ja