Participar en la vida política es, ante todo y sobre todo, mojarse. Te mojas cuando, abandonando el anonimato, expresas públicamente tus inclinaciones ideológicas. Te mojas cuando, dando un paso más, decides afiliarte a un partido político, que tiene sus simpatizantes y sus detractores, exponiéndote al riesgo de que, por el sólo hecho de verte asociado a esas siglas, sus oponentes te tomen por enemigo. Te mojas cuando aceptas incorporarte a una lista electoral, expresando tu disposición a identificarte ante el conjunto de la opinión pública como partidario de una corriente de opinión y una propuesta de organizar la convivencia. Y, en fin, te mojas también, cuando sales elegido para ocupar escaño en una institución representativa y tienes que tomar posiciones concretas ante los cientos de problemas que los ciudadanos te plantean todos los días.
Hacer política es, esencialmente, mojarse. Y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. De hecho, gran parte de los ciudadanos que se mantienen al margen de la política, lo hacen, precisamente, porque no son capaces de franquear la línea fronteriza que separa la cómoda posición discreta del ciudadano anónimo, de la pública identificación con unas siglas y una determinada manera de concebir la vida pública.
Mojarse no consiste en disponer de fórmulas y soluciones para todo. Es estar dispuesto a trabajar denodadamente por una causa que merezca la pena.
Como nacionalista vasco, me empeñaré en propiciar un acuerdo entre las instituciones centrales y las instituciones vascas, que sirva para sentar unas bases consensuadas en torno a la organización política de Euskadi y su modelo de relación con el Estado. Un acuerdo integrador, abierto, flexible y respetuoso con la pluralidad vasca, que cuente con el mayor social respaldo posible, pero que, al mismo tiempo, proporcione salidas efectivas a todos los proyectos políticos que cuenten con un apoyo electoral suficiente. No será fácil. Lo sé. Pero esta es una característica común a las causas por las que merece la pena mojarse: que no son fáciles de resolver.
Sabes que a la plaza del Ayuntamiento de Bilbao se le llama plaza Erkoreka? Sabes que ahí quieren construír un Horno Crematorio,en pleno Casco Urbano de Bilbao, la capital de Bizkaia,provincia por la que te presentas como candidato? En Avda. Zumalakarregi,10, junto al Parque Etxebarría, a la Plaza del Gas, Uríbarri,Zurbaranbarri. 30.000 personas se verán afectadas por la contaminación, el humo negro y las cenizas.Bilbao no se merece ésto. Necesitamos tu ayuda para que no se construya el Horno Crematorio.Habla con el Alcalde.sr.Azkuna, es de tu partido. Mójate, como dices, y consigue que no se construya el Crematorio. Bilbao te lo agradecerá votándote en estas elecciones y en las siguientes.
Hola,mi pregunta es en torno a los estatutos y leyes de un territor y desde mi incapacidad para comprender la diferencia entre nacion,pais,comunidad europea,region…y similares me pregunte cierto dia de la relacion o diferencia que existe entre :
-España e Inglaterra ¿?
-España y Gran Bretaña¿?
y consecuentemente la relacion entre :
-Galicia(Galiza),Pais Vasco(Euskadi) y Cataluña(Catalunya) respecto de Escocia,Irlanda del norte y Pais de Gales¿?
Y en general y aunque no sea una solución que existe tan inmensamente importante de diferente entre las actuales autonomias o la distribucion por regiones o pueblos que pretende la union europea y la division por paises ¿? no logro entender por que cada uno no tiene o no puede organizarse en base a sus particularidades dentro de un marco general sin miedo a ser llamado raro o extranjero o,incluso,separatista…tan solo me planteo ya de forma final cual es la idea que presenta al respecto de cara a un futuro en este plano.Muchas gracias por adelantado por solucionar mi duda y espero su respuesta.
Un Saludo
PS:perdonen no poder escribir en vasco pero aunque me gustaria saberlo aun no he tenido la ocasion de aprenderlo .eskerrik asko (creo que se escribe asi …muchas gracias ou moitas grazas)
Coincido con Vd en que todas las comunidades políticas que se perciben como tales deberían poder organizarse con arreglo a sus propias peculiaridades dentro de un marco general, sin temor a ser rechazadas o despreciadas por eso.