Rebuscando entre viejos papeles, esta mañana he encontrado un artículo que el poeta vasco Gabriel Aresti publicó hace cuarenta y cinco años en el diario Hierro de Bilbao. Su título, que figura parafraseado en la cabecera de este post, tiene un profundo regusto clásico, pero reviste, al mismo tiempo, una rabiosa actualidad. Reza así: “Reivindicaciones forales ¿para quién?”.
En aquella vetusta columna, cuya hoja impresa amarillea ostensiblemente en mi hemeroteca, el autor de Harri eta Herri se hace eco del movimiento que en ese momento estaba teniendo lugar en “ciertas esferas de nuestra clase dirigente”, con el fin de “reivindicar de la Administración Central, el retorno de nuestros viejos (no tan viejos) Conciertos Económicos”. Corría el año 1966. El franquismo atravesaba todavía tiempos de esplendor. Y las iniciativas sociales surgidas al margen del poder establecido eran vistas con extrema prevención, cuando no abiertamente perseguidas. Mas, pese a todo ello, el asfixiante clima político impuesto por el régimen no pudo impedir que, aprovechando los actos organizados para la conmemoración del VI centenario de la fundación de la villa de Gernika, emergiese, tímidamente, una reclamación que gozaba de notables e inveterados apoyos en Bizkaia y Gipuzkoa: la devolución del Concierto Económico, que un Decreto-ley de 23 de junio de 1937 había dejado sin efecto, para estos dos territorios, por considerarlos provincias traidoras.
El Ayuntamiento de Tolosa se sumó a la iniciativa y acordó, por aclamación, solicitar al Gobierno el restablecimiento del régimen concertado. Siguiendo el impulso de la ola foralista, las Diputaciones de los dos territorios hicieron suya la reivindicación y así lo expresaron en sus respectivos consejos de gobierno. Más aún, los gipuzkoanos pensaron que la demanda encerraba entidad suficiente como para cursar una visita al ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, que recibió a los comisionados con ostensibles muestras de simpatía. Y para cerrar el círculo, algún procurador de origen vasco se atrevió -supongo que tras evacuar las consultas pertinentes- a plantear la cuestión en las aguadas Cortes del dictador.
Ante la súbita efervescencia que adquiría la reivindicación foral, en el artículo al que me refiero, Gabriel Aresti expresaba sus dudas sobre el hecho de que “el pueblo llano, el pueblo humilde, el pueblo pobre” llegase a obtener, de verdad, algún beneficio del Concierto Económico. Las grandes corporaciones empresariales sí, sin duda alguna. Pero el pueblo llano, probablemente no. Y si, realmente, el reestablecimiento de esta venerable institución sólo iba a beneficiar a “las grandes Empresas industriales”, Aresti se preguntaba:
“¿Qué nos importa a nosotros, a mí, poeta; al portero de mi casa, al guardia municipal, al calderero, al mandrinador, al ajustador, al contable, al pueblo en general, la concesión de estos Conciertos Económicos, que únicamente pueden interesar al capital en el sentido de reducciones de su tributación fiscal?”
Frente a la demanda del Concierto Económico, que día a día ganaba adeptos en la sociedad vasca, Aresti, siempre original y refractario a la marcha de las masas, era partidario de suscribir un Concierto Cultural:
“me atrevería a proponer que se llevara a cabo un Concierto Cultural de nuestras Diputaciones con los Ministerios que corresponda (Educación Nacional, Información y Turismo, etc.), al objeto de que al costado de toda la cultura castellana de Vizcaya y Guipúzcoa, escuelas, institutos, academias, colegios, universidad, prensa, radio, televisión, teatro, cine, etc., se fomente la creación en euskera (o si es necesario vascuence), de todos los vehículos de culturalización (sic) del pueblo, para que nuestra lengua natural y vernácula goce de los modernos medios de difusión que contribuyan a su pervivencia. Y que si es necesario para costear el elevado importe a que ascendería este quimérico Concierto Cultural, se alce el porcentaje de los impuestos de beneficios del capital en la proporción que sea precisa”
Como se puede ver, el esquema alternativo que preconizaba Gabriel Aresti era sencillo: no al Concierto Económico que sólo beneficia a las grandes empresas y sí al Concierto Cultural, que beneficia al pueblo llano, aun a costa de gravar más a las grandes empresas industriales. Es más, haciendo honor a su proverbial corrosivo sarcasmo, Aresti añadía que con una medida como la que él proponía «saldría ganando toda España» porque «es seguro que muchos de quienes hoy solicitan la vuelta al régimen foral, traspasarían sus industrias a las provincias de Castilla». Genio y hechura.
Como bien es sabido, aquella magna iniciativa social puesta en marcha en favor del Concierto Económico, quedó en agua de borrajas. Tras infinitos dimes y diretes, sólo consiguió que en junio de 1968 -dos años después de se produjeran los primeros movimientos- la magnanimidad del Generalísimo accediese a aprobar un Decreto-ley que, “haciéndose eco de los deseos reiteradamente manifestados por las Corporaciones de Guipúzcoa y Vizcaya y posteriormente por Procuradores en Cortes de dichas y otras provincias”, dispusiese la supresión de ciertas expresiones del preámbulo de la norma de 1937, “que no se corresponden con el noble esfuerzo y laboriosidad que han caracterizado siempre a dichas provincias dentro de la unidad nacional”.
El efecto de la medida fue ciertamente perverso. En 1937, en plena guerra civil, Bizkaia y Gipuzkoa habían sido privadas del Concierto Económico, por tratarse de «provincias traidoras». Veintiún años después, dejaban de ser provincias traidoras, pero no por ello se les devolvía el Concierto Económico. Había recibido un guiño, pero se quedaban compuestas y sin novio.
Y evidentemente, tampoco se firmó el Concierto Cultural que postulaba Aresti.
Un Concierto Económico coordinado entre los tres territorios occidentales por unas instituciones comunes toleradas a condición de que tambiéb Santander, Extremadura y la provincia de Madrid tengan su mismo rango jurídico-político, con el que si alguien está contento es el Círculo de Empresarios Vascos y la APD en su dirección regional y fundacional de la calle José María Olabarri de Bilbao, no lejos de la casa natal euskaltzaina de Berroeta Aldamar, la calle más marina de Bilbao.
O sea, que Gabriel Aresti decía lo mismo que hoy LAB y la izquierda abertzale respecto al los Conciertos Económicos.
Pues no sé si en la época de Aresti un concierto económico se hubiese traducido exclusivamente en un beneficio empresarial (puede que sí o puede que no) lo que. está claro es que hoy en día si que ha benefiado claramente al poeta, barrendero, camisas y blusas azules y blancas…
Un tratamiento favorable a las empresas en un territorio determinado implica una mayor concentración de las mismas, más empleo, mas gente trabajando, manejando mas dinero y hasta al poeta vendiendo mas libros (ese vil metal).
Pero para lograrlo hace falta una clase política dirigente con visión de futuro y nulo espíritu saqueador que en su día pensaría… de cara a unos añitos mas vale un poco de muchos que mucho de uno (la misma fórmula de los bancos con las hipotecas)… y funciona…
En Tolosa veo que siempre han estado en la cresta de la ola…. ahí en primera fila para no perderse una…. de hecho preparándose para el cambio climático han empezado a construir kioskos sin techo… planetarium creo que le llaman… y luego dicen de los de Bilbao.. unos crian la fama…
Hoy 26 de abril se cumplen 74 años del bombardeo de Gernika, bombardeo que sufrió una población civil indefensa.
Video del Bombardeo: http://www.guernicagernikara.net/home/?page_id=102
Pedimos tu adhesión a la que creemos legítima reclamación de trasladar definitivamente el cuadro, “Guernica-Gernikara”. Deja tu firma
¿El Concierto Económico? ¡Quién lo pillara!
Si no lo quiere nadie, para mí.
Yo soy independentista catalán pero hasta que consigamos la secesión me conformaría con un Concierto Económico como el vasco.
No preguntes, Erkoreka, que se te suma hasta el apuntador. El Concierto lo quiere todo el mundo. Bueno, menos la izquierda abertzale que no se conforma con menos que la independentzia eta sozialismoa. Aunque después de treinta años no ha conseguido ni lo uno ni lo otro.
Siempre a vueltas con los derechos históricos, la identidad, el territorio, la lengua…
Todo un atraso. En Europa acabará imponiendose alguna vez un régimen económico homologable en todo su territorio, porque es LÓGICO, amén de más JUSTO. Sobrarán conciertos, diputacíones, junteros y muchos parlamentarios. Si me apuran, se unificarán ayuntamientos y se suprimirá toda institución redundante.
Porque los derechos que debe proteger una democracia no son los históricos, sino los individuales. Qué gracia oir hoy en día hablar de derechos que tienen su origen en épocas en las que no existían estados de derecho. Aquellos derechos, señor Erkoreka, eran los de los señores. Hoy nos dicen que son derechos históricos de los pueblos, pero yo prefiero que defiendan mis derechos como ciudadano, frente a derechos que tienden a crear diferencias entre las gentes de distintos pueblos.
Y descuide, que se respetará la cultura de cada cual, y se derrochará el dinero para mantener usos, costumbres y lenguas como hasta la fecha.
Apika, eskubide pertsonalei esker, Larrauriko Erkoreka Baserria itzuli ahalko dizute.
Ondo izan.
Imanol
JELen agur
Lo cierto es que la autogestión histórica de las diputaciones bajo la legislación foral, fue siempre objeto de admiración por lo buen empleo que hacían del dinero público. Y además, siempre estuvieron vigilantes del aprovechamiento económico de unos pocos contra el deterioro de muchos.
Pero esto se acabó en la devastación foral de 1839. A partir de ahí se desarrollaron una corte de ricos muy ricos y pobres (muchos) muy pobres. A pesar de ello, las diputaciones mantuvieron la buena gestión de que habían hecho gala.
Para: Guernica-Gernikara.
José Ruiz Picasso, nacido en Málaga, nunca quiso que su obra más representativa acabara en la villa de Guernica.
El Guernica, fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española, para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española. Para la realización del mural, el gobierno español adquirió el edificio situado en el número 9 de la rué des Grands-Augustins, cuyo amplio ático fue transformado en estudio. Picasso recibió de la República Española 150.000 francos en concepto de gastos.El Guernica fue trasladado al pabellón español de la Exposición Internacional de París, en algún momento de la segunda quincena del mes de junio de 1937.
El Guernica, Pertenece a España y ustedes dicen: no ser españoles. Por lo tanto no se entiende su pretensión de robar una obra artística al pueblo español.
El patrimonio artístico español, pertenece al pueblo español y no pertenece a los GREMLINS y tampoco a TAKOLO ETA PORROTX .
No se puede querer la independencia para unas cosas sí y para otras no.
PD
Los catalanes reivindican el Concierto Económico, ahora. Pero nunca lo han tenido y siempre lo han despreciado. A ver quien encuentra un articulo como el que cita Erkoreka, de 1966, reclamando el Concierto para Cataluña .
También quiso que el Gernika no volviese a España hasta que fuera una República… y el Gernika pertenecería en todo caso al pueblo español republicano no al apañol monárquico con amnesia de hoy en día.
Entérate bien! Te aseguro que lo preferiría en Gernika que el Reina Sofía!
Imanol,
si no sabes de lo que hablas, infórmate y no pierdas el tiempo escribiendo
http://aberriberri.com/2011/02/10/lo-que-dijo-john-adams-y-no-quiere-oir-ruiz-soroa-i/
Ahora me entero que la Izquierda Abertzale y LAB piden un Concierto Cultural con el Ministerio de Educación para el fomento del euskera. Yo pensaba que, sencillamente, despreciaban el Concierto Económico porque no forma parte de su concepción del socialismo revolucionario. Pero si BORONATIEN MARTINEZ dice que piensan como Gabriel Aresti, me callo. Aresti era partidario del Concierto Cultural con España.
OBIOLS, yo no diré nada en contra de la reivindicación de los catalanes. Pero el año 1966, por ejemplo, cuando Gabriel Aresti escribía el artículo del que habla Erkoreka y las Diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa ya andaban removiendo la cosa, el Cataluña, que yo sepa, nadie pedía ni el Concierto Económico ni nada que se le parezca. Eran antiguallas medievales dignas de desprecio. Quiero decir que los vascos llevamos muchísimos años con el Concierto Económico. Desde 1876. Para los catalanes es una institución extraña y ajena.
IMANOL, el principal derecho hisitórico que se invoca en Europa, es el de los Estados Miembros, como España, que reivindican su derecho histórico a seguir siendo los que pilotan la marcha de la Unión. Si estás en contra de los derechos históricos y suspiras por una Europa uniforme, empieza criticando el Estado español y su intransigencia nacionalista. Y empieza a criticar la violación del derecho individual a votar y ser votado que perpetra la Ley de Partidos Políticos. Si empiezas por ahí, tu discurso puede empezar a tener credibilidad. Si no, acabaremos pensando que no eres más que un troll que utiliza el nombre de lo universal para atacar el nacionalismo vasco y defender el españolismo más rancio.
Bueno, pues para vosotros la perra gorda.
Siempre podré ver el Guernica cuando quiera y encima más cerca.
Sólo quería decir: lo divertido que me parece, cuando los GREMLINS y los TAKOLO ETA PORROTX están de acuerdo en algo.
Me sigue pareciendo extraño que un símbolo tan español como el Guernica siga despertando tanto entusiasmo entre los nacionalistas de extrema izquierda y los de extrema derecha ¿Por qué los nacionalistas son siempre tan oportunistas?
¿Símbolos españoles en la Villa de Guernica? ¿No saben que en el extranjero se considera el Guernica parte de la iconografía de España y que representa al pueblo español en un hecho atroz?
-¡Abajo el nacionalismo y que viva la libertad!
Para oportunismo, el de los españolistas furibundos e intransigentes como el Corrector Corregido (Santiago y Cierra España)
Gernika la destruyeron los bombarderos de la Legión Cóndor en nombre de España. De la España una, grande y libre que defendía el socio español de Hitler, Generalísimo de los Ejércitos. Y ahora, los hijos y nietos de los que destruyeron la villa vasca, quieren reivindicar Gernika para el españolismo.
España es opresión, inquisición, autoritarismo, xenofobia, antisemitismo y exclusión. Es el símbolo de la intolerancia. ¿Se acuerdan del monje ciego de «El nombre de la Rosa»? ¡Era español! ¡El símbolo de la intolerancia!