En el último Pleno del Congreso se debatió, entre otros muchos temas, la convalidación del Real Decreto Ley por el que se modifica el régimen jurídico de las cajas de ahorro. El Real Decreto fue convalidado sin problemas. Votaron a favor de la misma los diputados del PSOE y del PP que sumaban 323 escaños de los 350 que integran el hemiciclo. La iniciativa había sido pactada entre las dos formaciones políticas, que son las que se han repartido y se seguirán repartiendo el grueso de la tarta financiera vinculada al mundo de las cajas de ahorro.
Si la convalidación se hubiese producido merced al voto favorable de CiU o del PNV, la prensa afín al PP hubiese titulado la noticia destacando el hecho de que, una vez más, los catalanes o los vascos «salvan» a Zapatero, «le dan oxígeno», «le dan su amparo» o «le aportan el aliento que necesita para continuar al frente del Gobierno». Pero como en esta ocasión, el apoyo se lo ha prestado el PP, los medios se limitan a constatar, asépticamente, que «El Congreso convalida el Decreto-Ley». Resulta muy interesante analizar el tiento con el que operan los titulares. Todas las cabeceras que la víspera cargaron las tintas críticas sobre CiU, dejando traslucir todo tipo de reproches contra la formación catalanista por «salvar nuevamente» a Zapatero, adoptaron, esta vez, la equidistante posición del reportero imparcial y objetivo para circunscribise a resaltar el hecho de que el Real Decreto-Ley logró salvar con holgada mayoría el trámite parlamentario que ha de superar para alcanzar su plena validez.
Tras esta manera de expresar las cosas, se oculta un esquema conceptual tan claro como curioso. El PP no salva a Zapatero. No puede hacerlo y, de hecho, nunca lo hace. Cuando le apoya en el Parlamento -que lo hace en más ocasiones de lo que parece- no le presta sus votos para salvarle de algo o de alguien. Nada de eso. Lo hace guiado exclusivamente por el interés general, que es lo único que inspira y anima su actuación en todos los órdenes. Los que salvan a Zapatero son los demás grupos parlamentarios que están congénitamente incapacitados para apreciar el interés general. El interés del PP es, por definición, el interés general. El interés de los demás grupos es, por el contrario, un interés parcial y partidista; alicorto y sectario; aldeano y localista. De ahí que, los acuerdos cerrados con el Gobierno se califiquen de distinta manera según sean suscritos por el PP o por cualquiera de las demás formaciones del arco parlamentario. En el primero caso, son para salvar el interés general. En los restantes, para salvar a Zapatero.
El problema no es que la prensa de la derecha españolista manipule tan descaradamente los conceptos a la hora de fabricar la información. Al fin y al cabo, está en lo suyo. El problema es que gran parte de los lectores que no pertenecen a ese espacio ideológico asuman acríticamente la tergiversación conceptual que tan hábilmente trabaja el entorno mediático de los populares. De hecho, el de «salvar a Zapatero», se ha asumido ya como una suerte de cláusula recriminatoria de aceptación general, aunque, curiosamente, sólo opere cuando le interesa al PP.
Bueno, Josu, reconocerás que vosotros se lo ponéis fácil a la prensa afín al PP, porque vendéis, negociáis y subastáis vuestros votos sin tener en cuenta el contenido de lo que se está votando. Además, el PSOE sólo recurre a vosotros en cuestiones de vida o muerte, como los presupuestos, en lo que el PP nunca le apoya, por lo
que la imagen de que estáis «salvando al PSOE» se ve reforzada.
Justo lo contrario de lo que pasa en el parlamento vasco, para regocijo de DEIA.
Kaixo Josu,
¿Podrías darnos una orden de magnitud del número de consejeros y cargos de libre disposición que tienen las cajas de ahorros en toda España?
Hace un par de semanas hablando de la situación financiera con unos compañeros, por cierto cada uno con diferentes tendencias políticas, manteníamos está animada charla: Teniendo en cuenta que el problema en España no han sido los bancos (o en mucha menor medida) si no las cajas, y teniendo en cuenta que el 100% de responsabilidad de las cajas depende de diputaciones y gobiernos autonómicos que ponen a todos sus dirigentes a dedo, encontramos que la gran crisis financiera española (la internacional nada tiene que ver con el problema de las Cajas) ha sido fruto de las malas decisiones de los políticos o de las personas que ellos han designado, que sin lugar a dudas son muy afines a estos.
Esta conversación vino dada a que el único acuerdo de la única reunión que hemos visto entre Zapatero y Rajoy haya sido “salvar” las Cajas.
Por comentar: las cajas Catalanas y Vascas donde PSOE y PP tienen mucho menos peso son las únicas que se salvan de la quema. Por seguir comentando: Gracias a las fusiones frías no se pierde ni un solo puesto de libre disposición y encima el FROB te da dinero para mejorar tus balances… que maravilla
Besarkada handi bat
Carlos
Interés general, interés parcial y partidista, interés sectario y alicorto, interés aldeano y localista… vaya por Dios! Pues mi honorable andereño de Matesfis (sabia mujer) me enseñó que las cajas y los bancos solo trabajaban con intereses nominales, simples o compuestos y la naranjísima T.A.E… Qué disgusto más gordo! La de intereses que se quedaron en el tintero.
Gabon Josu,
Me gustaría preguntarte -sé que es embarazosa la cuestión para ti, pues al fin y al cabo fue Imaz, siendo consejero, esto es, EAJ-PNV, quien ya empezó esta operación de venta de Naturgas o Naturcorp (o sea, la empresa de distribución de gas pública vascongada)-, me gustaría preguntarte, digo, por la venta que el PSOE ha hecho de lo que en propiedad colegiada de los ciudadanos vascos, a través de su gobierno regional espanol o autonómico, aún se hallaba de dicha empresa.
Sabes por qué y para qué se ha hecho ahora? Sabes qué se va a hacer con el dinero obtenido?
Más de 600 millones se obtienen de la venta de lo que quedaba de Naturgas en manos del Pueblo Vasco por parte del PSOE (una venta que ya el PNV había comenzado, siendo consejero de Industria el nefasto Imaz, luego recompensado en el sector energético mismo excelentemente, como es sabido).
Estos 600 millones que se venden a una empresa de Portugal, justo ahora en que la espanola rojigualda “Telefónica Nacional de Espana” pretende tener acceso libre a la portuguesa “VIVO” (oh casualidad casualidad, cőmo eres!), son, proporcionalmente, como si el Estado espanol obtuviera ahora 12.000 millones de Euros extras, sobrevenidos (que es lo que viene a querer obtener con sus medidas de “ajuste” anunciadas pasadas). Y todo por una venta de una empresa de propiedad de los ciudadanos vascos.
Los intereses estratégicos vascos, vendidos a Espana, en este caso a los intereses de una de sus multinacionales. Con ese dinero, qué creéis que harán Fatxi Lőpez y Ares? Poneos a temblar.
Pobre Euskadi. Yo así paso de volver a Euskadi nunca. Así de claro. Con el paso del tiempo estoy empezando a ver cosas muy parecidas a lo que veo en Hungría, este estúpido ruinoso país que tiene lo que se merece. Hungría fue riquísima; basta ver sus edificios en Budapest, testimonio sincero del pasado, y mirad lo que las decisiones políticas absurdas pueden conseguir a largo plazo.
Cada país tiene lo que se merece, no os quepa la menor duda.
La manipulación que de ordinario hace el PP de las palabras en su discurso, hace mucho tiempo que destiñe un claro tinte electoralistas y demagógico cladrísismo. Se lanzan no ya mensajes elaborados sino más bien puras consignas, fácilmente comprensibles pero que carecen, bien de verdad o están claramente descontextualizadas, por lo que también pierden su veracidad. No van a la zaga los medios de comunicación afines.
Lo último, la reciente resolución del parlamento catalán prohibiendo los toros. Resulta que según el PP nos escontraríamos ante un prohibición que esconde una negación de una manisfestación de la españolidad, y por lo tanto afecta a la esencia de lo español. Desde mi punto de vista una irresponsabilidad y una mentira, ya que en ningún momento se hamencionado en el debate semejante cuestión.
Además y para más inri, en el trasfondo del problema estaria una cuestión de libertad de elección (al parecer de naturaleza constitucional), y para solucionarlo van a proponer en el congreso español una ley que declare los toros, patrimonio cultural nacional y por lo tanto, se prohiba prohibir.
Si no fuera por lo lamentable que resulta y de la seriedad sobre lo que se polemiza, me daría la risa.
A ver si sé entera Sr. Erkoreka, así es como hay que recibir a la Ertzaintza y a la Guardia Civil en toda Euskadi.
Je, je, je. Bien, Ramón. Nosotros «subastamos» nuestros votos, «sin tener en cuenta el contenido de lo que se está votando». Y el PP sólo presta su apoyo a Zapatero cuando tras un análisis exhaustivo y concienzudo de la iniciativa sometida a la cámara, alcanza en conciencia y con un gran consenso interno y externo la profunda convicción de que resulta positiva para el interés general y para la resolución de los problemas que conciernen a los españoles. Y eso es así, siempre. Al PNV le da igual todo. El PP sólo mira objetiva y desapasionadamente el bien común. El razonamiento me suena… Lo he leído en alguna parte. ¿Dónde será? No lo recuerdo pero tengo la impresión de que fue en algún medio afín al PP. ¿En el ABC quizás? ¿Acaso en El Mundo? ¿O fue en La Razón?
Josu, la comparación entre los motivos del PNV y los del PP la haces tu, no yo.
Yo no leo La Razón. Lo leí un par de veces, hace mucho tiempo, pero lo dejé porque ví que no me sentaba bien. Me deprimía y hacía surgir en mí un sentimiento aberrante: me entraban ganas de hacerme nacionalista vasco. Supongo que a ti te pasa lo mismo pero en tu caso no es aberrante, claro, porque eres vasco.
En Madrid escucho la COPE (porque es la única emisora que ponen los taxistas) y leo el ABC (porque es el único periódico que te dan en los hoteles). Sólo voy a Madrid cuando no me queda más remedio.
Hola corruptillo:
‘…un interés parcial y partidista; alicorto y sectario; aldeano y localista…’
(¿de qué o de quién estás hablando?)
Querido Ramón. El post inicial versaba sobre el PP y en él me hacía eco de algo que no deja de constituir una paradoja, si no fuese porque hace tiempo que descubrimos la manipulación informativa. Si tú das por buena la paradoja -o la consideras comprensible- es que estás dando por bueno el hecho de que el apoyo del PP nunca sea para rescatar a Zapatero de nada y el del PNV o CiU estén abocados a interpretarse como un acto de salvamento de un líder que se hunde.
Yo sí leo La Razón. No asiduamente, porque carezco del tiempo que necesitaría para ello, pero sí de manera ocasional. A mí no me sienta mal. Todo lo contrario. Me divierte y hasta me arranca alguna carcajada; algo que en los tiempos que corren -tan tétricos, tan deprimentes- no conviene desaprovechar. Por lo demás no sé si es aberrante que un no vasco se haga nacionalista vasco, como tampoco lo sé si entra en el terreno de la aberración el que un vasco se haga nacionalista español. Lo que sí puedo decirte es que, de estos últimos, hay muchísimos en Euskadi. Ajuria Enea está repleta de ellos.
Tengo que desmentirte, sin que sirva de precedente, lo que dices sobre los hábitos radiofónicos de los taxistas de Madrid y sobre el periódico que reparten en los hoteles de la Villa y Corte. Hay un amplio sector de taxistas que escucha la SER -doy testimonio de ello- y en el hotel que me ofrece albergue, sólo reparten El Mundo. Grauitamente, claro. Ya ves que, también en Madrid, se pueden ver las cosas de maneras muy diferentes.
Por cierto, si eres lector del ABC, aunque no sea mas que episódico, te aconsejo el último libro de José Antonio Zarzalejos: La destitución. Es sabrosísimo. Antes pensábamos que su única obsesión era el nacionalismo vasco en general y el PNV en particular. Tras la lectura vemos que es un hombre de obsesiones. Todos son malísimos: desde José Maria Bergareche, hasta Rouco Varelal, pasando por las hermanas de Guillermo Luca de Tena. Todos… menos él, claro.
Aun a riesgo de que me llames pesado voy a insistir una vez más: el PP, al menos desde que está en la oposición, vota guiado por intereses partidistas y egoistas, nada que ver con el bien común ni con el altruísmo. Y cuando su elección coincide con la del PSOE es por que hay coincidencia de intereses (a menudo egoistas) entre los dos partidos, como en el ejemplo que pones de las cajas de ahorros. Ahora bien, no sé si habrá muchos ejemplos de casos en los que al PP le da igual el contenido de la propuesta, pero ofrece sus votos al PSOE a cambio de una contraprestación que nada tiene que ver con lo que está votando. Pero eso es lo que el PNV ha hecho con los presupuestos.
En segundo lugar, no creo que el PP votara a favor de los presupuestos ni de ninguna ley cuyo rechazo en el Congreso pudiera costarle el cuello a Zapatero. Ni por todo el oro del mundo dejaría pasar una oportunidad de cargárselo. Nunca le salvaría la vida. Y eso es, de nuevo, lo que ofrece hacer el PNV.
Por esas dos razones, la prensa tiene fácil acusar al PNV de salvar a Zapatero y yo tengo fácil acusaros de vender vuestros votos. Vender votos parece más cínico y más inmoral que el simple egoísmo político del PP.
En cuanto al libro de José Antonio Zarzalejos, gracias por la recomendación, pero creo que paso. Por tu palabra, he leído un par de comentarios de la editorial y del autor mismo y parece que el libro habla de despecho, traiciones, amores no correspondidos… Yo prefiero las novelas policiacas y de misterio.
¡No hombre, no! ¿Cómo te voy a llamar pesado? Cada uno tienen sus fantasmas y convive con sus obsesiones como puede. Me dices que he votado los presupuestos del Estado sin importarme su contenido y cambio de contraprestaciones que nada tienen que ver con las cuentas públicas, algo que -aseguras- nunca hace el PP. Bueno, creo, de entrada, que fallas con respecto al PP, al que siguen tratando con una benevolencia digna de mejor causa -¡qué tolerante con algunos y que intransigente con otros!- pero no voy a entrar en eso. Veamos.
El último presupuesto lo apoyamos por varias razones:
a) En primer lugar (lo he repetido cientos de veces pero parece que a tí, habitualmente tan bien informado sobre lo que digo o hago, no te ha llegado) porque la peor imagen que podía dar un país en crisis ante la UE y los mercados internacionales (esos que suben caprichosamente la primera de riesgo, absorbiendo ingentes fondos públicos de los gobiernos endeudados) es la de una entidad incapaz de aprobar sus cuentas públicas para corregir los desarreglos de la economía. Es obvio que un Presupuesto no arregla, por sí solo, una crisis como la española. Ni el mejor de los imaginables podría hacerlo, suponiendo que pueda hablarse de un Presupuesto que sea objetivamente el mejor para todo el mundo. Pero era preferible un Presupuesto mediocre que la ausencia de Presupuesto. La peor hipótesis era, con diferencia, la ausencia de Presupuesto, que nos hubiera bajado el rating a todos, perjudicando por igual al ciudadano bilbaino, al madrileño o al vallisoletano.
b) En segundo lugar, a cambio del blindaje del Concierto Económico. ¿Crees, de verdad, que el modelo concertado vasco y su blindaje nada tienen que ver con las Cuentas Públicas del Estado?
c) En tercer lugar, a cambio de hacer efectivos, sin demora, los 456 millones de euros que la Agencia Tributaria de España debía a la Hacienda alavesa. ¿Tiene o no tiene que ver con los Presupuestos?
d) En cuarto lugar, a cambio de un centenar de millones de euros a invertir en proyectos tecnológicos desarrollados en Euskadi. ¿Tampoco tiene que ver con los Presupuestos?
Como ves, ni es cierto que nos resultara indiferente la suerte que corriese el Presupuesto, ni es verdad que lo hayamos apoyado a cambio de contraprestaciones que nada tenían que ver con su contenido.
POr lo que se refiere a la segunda cuestión, ¿podrías definir la expresión «costarle el cuello a Zapatero»? El PP le ha apoyado en todas las medidas que ha adoptado en relación con el sistema financiero. Y en más de un caso, sin ese apoyo, la medida en cuestión no se hubiesen aprobado, generando una deplorable imagen ante la UE y los organismos financieros internacionales. ¿Ha desaprovechado el PP una oportunidad de oro para tumbar a Zapatero? ¿Le ha salvado la vida? ¿Se la ha perdonado?¿Cómo le llamarías a eso? ¿Qué expresión eufemisitica utilizarías para denominar esa actuación en contraste con las truculencias del PNV?
Pero lo que más me fascina es tu singular estilo de conceptualización. El PP mide sus apoyos en función de su interés. El PNV los vende, lo cual es, a tu juicio, «más cínimo y más inmoral». Ellos negocian y nosotros vendemos. Está bien la distinción. Gracias por el piropo. Pero no acabo de ver a santo de qué el lo que hace el PP es exigir contrapartidas basadas en el interés y lo que hace el PNV es vender sus votos. ¿Es que el PNV no tiene su interés? ¿Es que no concurrió a las elecciones con un programa? ¿Es que no tiene derecho a intentar influir sobre el gobierno para que este incorpore a su actuación elementos del programa con el que el concurrió a las elecciones? Tu conceptualización me parece, francamente, infundada y gratuita.