Esta mañana he participado en el homenaje que el Congreso de los Diputados ha tributado a las víctimas del terrorismo. La cámara acordó el pasado 11 de marzo que, a partir de este año, cada 27 de junio el hemiciclo dará cobijo a un acto destinado a honrar su memoria y expresarles el reconocimiento de las Cortes Generales. La conmemoración de hoy ha sido breve y austera, aunque no por ello menos sentida. Su estructura ha sido sencilla pero digna: dos discursos -uno de Bono y otro del Rey- un minuto de silencio y una composición de Dvorak magistralmente ejecutada por una orquesta de cámara. Me parece una buena iniciativa, que viene, sin duda, a cubrir una laguna. En el Congreso hemos celebrado más de un acto en memoria de las víctimas del terrorismo, pero la institución de un día anual confiere a la celebración un relieve cualitativamente superior.
Durante el vuelo a Madrid, que iba repleto de turistas con aire veraniego, he ojeado, como de costumbre, la prensa del día. En una entrevista publicada en el diario ABC, el presidente del Congreso afirmaba que se ha elegido el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo, «para que no se olvide que ese día ETA asesinó a una niña de 22 meses, Begoña Urroz. Para que los ignorantes o los perversos no puedan decir que la primera víctima de ETA fue un político, un militar, un guardia o un policía. Fue una niña que hoy tendría 52 años». Es posible que algún «amigo» me tache de ignorante o perverso por lo que a continuación voy a decir, pero no puedo dejar de hacer notar que, hoy por hoy, no es pacífica la atribución de ese atentado a ETA. En un artículo recientemente publicado en El Correo, el historiador alavés Santiago de Pablo -a quien tengo por riguroso y serio- repasaba exhaustivamente las fuentes sobre las que descansa la hipótesis de la autoría de ETA y concluía:
«…no existe ninguna fuente fiable que permita asegurar, ni siquiera como hipótesis bien fundada, que ETA asesinó a Begoña Urroz, mientras que algunas publicaciones sobre el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) parecen confirmar su autoría. Además, es difícil que la ETA de 1960 fuera capaz de colocar no sólo la bomba de Amara sino también las de Madrid y Barcelona y, aunque la policía franquista trataba de atribuir a ETA el mayor número de crímenes posibles, nunca se le imputó el atentado. Éste tampoco aparece mencionado en documentos policiales, recientemente sacados a la luz, sobre la primera ETA, ni en informes diplomáticos norteamericanos y franceses que mencionan sus actividades».
Personalmente, considero irrelevante que la primera víctima de ETA fuese una u otra. Todos los seres humanos me parecen radicalmente iguales en dignidad y derechos. Y tan repugnante me parece el asesinato de un bebe de pocos meses, como el de un concejal consagrado a defender su proyecto político en el seno de la corporación local para la que ha sido elegido. No alcanzo a ver que la edad, el género o la profesión puedan ser criterios válidos para modular el juicio ético destinado a censurar la muerte violenta de un inocente.
Respaldo plenamente, por supuesto, el establecimiento oficial de un día anual para dedicar un recuerdo a las víctimas del terrorismo y expresarles el reconocimiento y la solidaridad de las instituciones representativas. Y suscribo, también, la elección del día 27 de junio para dicho fin, porque es cierto que Begoña Urroz fue asesinada ese día como consecuencia de un acto terrorista cometido en la estación donostiarra de Amara. No veo, sin embargo, la necesidad de cargar las tintas sobre los motivos por los que se ha elegido, a tal efecto, la conmemoración de un hecho que, ni está contrastado, ni cuenta con el respaldo unánime de los historiadores. La censura social de ETA es tan inequívoca y generalizada, que no creo que necesite ser reforzada artificialmente con argumentos y razones de base discutible. En este punto, si se me permite, discrepo leal y amistosamente del presidente del Congreso.
El rumor que más intensamente circulaba hoy por los pasillos de la cámara aseguraba que, esta semana, el Tribunal Constitucional se reunirá en cónclave por enésima vez y habrá fumata bianca en torno a la sentencia sobre el Estatut de Catalunya. Es tan solo un rumor -insisto- pero esta vez se hacía patente mediante ecos mucho más sonoros que en anteriores ocasiones. Tan es así, que la posibilidad de que la sentencia se haga pública en breve, ha forzado a alterar más de una agenda. Gente que se iba a ir, se queda. Y gente que estaba centrada en otros asuntos, los ha dejado al margen y se ha centrado en este.
¿Vaticinios? Nadie se atreve a hacerlos. Pero con este Tribunal Constitucional no veo posible una sentencia que no vuelva a someter a un segundo cepillado el texto refrendado por el pueblo catalán. Ojalá me equivoque. Pero me temo que sólo gustará al PP y a esa parte del PSOE -nada desdeñable, dicho sea de paso- que comparte con los populares la crítica a la evolución que el Estado Autonómico ha experimentado en la última década.
Estoy de acuerdo en que el hecho de que el atentado de Amara fuera o no perpetrado por ETA no tiene mayor relevancia, más alla de la pura curiosidad histórica. Por eso me llama un poco la atención que el Sr. Erkoreka se tome la molestia de expresar dudas sobre la autoría etarra del suceso -y de razonarlas con cierto detalle- en un contexto bastante delicado, el del homenaje en el Congreso a las víctimas del terrorismo. Y sabe que lo hace, arriesgándose a que alguien -que no seré yo- lo tache de ignorante o perverso. ¿Por qué lo habrá hecho?
Por otra parte, el post me ha recordado un artículo sobre la familia de Begoña Urroz que leí no hace mucho en El País y que, aunque también expresaba dudas, se inclinaba más bien por la autoría de ETA. Lo he buscado y lo he encontrado:
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/primera/victima/ETA/elpepusocdmg/20100131elpdmgrep_1/Tes
Al releerlo, me he dado cuenta de un detalle que no se me quedó grabado cuando lo leí por primera vez: parece ser que el ayuntamiento de Lasarte ofreció en febrero de este año un homenaje a las víctimas del terrorismo vinculadas al municipio, entre las que se incluye la familia de Begoña, pero los ediles del PNV no asistieron a la sesión en la que se aprobó la moción. Esta ausencia no le pareció bien a la alcaldesa socialista, que manifestó lo siguiente: «Considero al PNV un partido democrático y quiero denunciar públicamente que no hayan venido a defender su postura, sea cual sea, máxime cuando ETA asesinó a un compañero de corporación». A mí también me parece raro: ¿por qué no asistieron?
Son preguntas que no van más alla de la curiosidad histórica pero, si el Sr. Erkoreka o alguno de los contertulios tuviera a bien iluminarme, lo agradecería.
Bonito titular de Deia: «El PNV ofrece negociar la «continuidad» de Zapatero». Así de descaradamente. O sea, que el PNV volverá a vendernos por un plato de lentejas.
Me parecería muy bien que el PNV ayudara a aprobar los presupuestos, si lo hiciera porque estaba de acuerdo con ellos. Pero no es así. Como declara orgullosamente un día sí y otro no, al PNV, España le importa un carajo, sólo le importa el pueblo vasco. Y, como los presupuestos apenas le afectan, pues que le den bola a España y a los españoles. A sacar lo que se pueda. La ética y los principios son para los débiles.
Sr. Erkoreka, ¿haría lo mismo si se tratara de otro país y no de España? Sé que le estoy pidiendo un esfuerzo de imaginación, pero figúrese que está en su mano aprobar una ley en Nigeria o en Vietnam que es perjudicial para el pueblo nigeriano o vietnamita pero que, de alguna manera beneficia a Euskadi. ¿La aprobaría usted? Es por saber si lo hacen ustedes por nacionalismo vasco o por antiespañolismo. ¿O es que son lo mismo las dos cosas?
Gracias por el artículo. Algunos se creen todo sin contrastar la información.
Saludos.
Un evento hipócrita y de desprecio a las víctimas de la violencia política, empezando por el nombre de esa nina cuya memoria manipulan y circunstancias inventadas aprovechan para vestirse de legitimidad.
Una vergüenza presidida por el jefe de Estado desginado a título interino en octubre de 1975 por el criminal Franco Bahamonde y a título vitalicio un mes después áulicamente y en ese mismo lugar.
Nauseabundo todo. Impresentable, digno de un estado platanero tercermundista sin desarrollar cívica y políticamente.
Un insulto a muchas víctimas. A muchas más.
Los nacionalistas españoles (en este blog participan muchos; cuanto más lo nieguen, más exacerbado es su nacionalismo) necesitan también su bucle melancólico. Viven de sus mentiras interesadas y sus tradiciones inventadas. Sigue Bono (nacionalista español por antonomasia) dice que a Begoña Urroz la asesinó ETA, hasta Eguiguren acabará incluyendo ese dato en su imaginario patriótico. Pero todo es falso. El historiador gallego Xurxo Martínez Crespo, que ha dedicado una larga investigación al estudio de esta organización terrorista (un grupo formado por ex militares republicanos y exiliados portugueses) afirmaba hace unos días tener «la certeza» de que el atentado en el que murió Begoña Urroz fue obra del DRIL: «Tengo en mi poder documentos de Jorge de Soutomaior, que era uno de los comandantes del DRIL, en los que se reconocen autores del atentado y señalan que la muerte de la niña Begoña Urroz fue un grave error».
Quien quiera conocer algo más sobre el particular, puede consultar el siguiente reportaje:
http://www.deia.com/2010/02/21/politica/verdad-eclipsada
Desconozco las razones por las que los ediles del PNV no asistieron a un Pleno del Ayuntamiento de Lasarte. Agradezco a Ramón la elevadísima consideración en la que me tiene (pensar que puedo estar al tanto de todo lo que hacen o dejan de hacer los cientos de concejales que el PNV tiene a lo largo y ancho de la geografía vasca, denota una estima y un reconocimiento que no merezco), pero puedo imaginarme por qué Jesús Eguiguren (Txusito, en diminutivo amistoso y cercano, según la jerga habitual de los etarras) no estuvo en el homenaje a las víctimas del pasado domingo, el mismo día en el que publicaba en El Correo la entrevista a la que hace referencia Gurbistondo. Me gustaría saber qué es lo que opina Ramón sobre la verosimilitud de la atribución a ETA del asesinato de Begoña Urroz y sobre su posible utilización espuria por parte de algunos cargos del PSOE, pero comprendo que él prefiera no expresarlo. Le basta con leer El País. También sospecho por qué hace lo que dice que no va a hacer: llamar la atención sobre los riesgos de ser malinterpretado a la hora de expresar mi descuerdo con la insistencia de Bono en repetir un dato no contrastado.
Tampoco soy quién para dar cuentas y razones sobre lo que publica DEIA y sobre los titulares con los que encabeza las noticias. Comprendo que a Ramón le parezca esto extraño (la estrategia concertada que el Gobierno del Oasis comparte con un importante número de cabeceras en Euskadi es tan ostensible que resulta escandalosa) pero puedo asegurar que es así.
Me parece bien que Ramón fuerce y manipule las cosas para hacer una caricatura del PNV que le permita formular sus críticas con apariencias de rigor (en mi caso, lo admito, padecer este tipo de estrategemas va con el sueldo), pero supongo que cuando afirma que «la ética y los principios son para los débiles» no estará pensando en el Gobierno de Patxi López, que decidió llegar a Ajuria Enea, cueste lo que cueste, y pactó con su antagonista fundamental, el PP, comiéndose todas las promesas que hasta la víspera de las elecciones había hecho en sentido contrario. Por lo demás, Ramón y los demás militantes del PSOE en Euskadi pueden estar tranquilos. No plantearemos a Zapatero nada esencialmente distinto de lo que planteamos el año pasado a la delegación de su partido que rechazó la propuesta de estabilidad que Iñigo Urkullu le formuló en nombre del PNV.
Es el Sr. Erkoreka el me sobreestima. Yo soy un hombre de la calle, sin tiempo ni medios ni necesidad de tener una opinión propia sobre hechos que ocurrieron hace más de 50 años. Pero, ya que me pregunta, le diré que, en base a lo que se puede leer por ahí, todo ello sectario y sospechoso, la versión del DRIL parece más verosímil que la de ETA.
Entiendo sus sospechas sobre mis intenciones. Casi las agradezco, porque me suponen más enterado de lo que estoy. Pero la verdad es que, por lo que a mi respecta, la liebre la ha levantado enteramente usted. Efectivamente, en su post está claro que usted tiene razones, que no se limitan al mero interés histórico, para apoyar la versión DRIL. Ahora me dice que Bono tiene igualmente oscuros motivos para respaldar la versión ETA. Pues muy bien, pero me quedo sin saber cuáles son las unas y los otros. Lo siento: soy así de ignorante.
Por lo que se refiere al tema de los presupuestos del estado, se me sale usted por la tangente. Lo ético es votar los presupuestos en base a la idoneidad de sus contenidos y pensando en las consecuencias que van a tener para los ciudadanos. Para eso son ustedes diputados en el Congreso español. En lugar de eso, lo que hacen es poner sus votos a la venta. Puede que, para ustedes, sólo sea un caso de aprovecharse de la debilidad del PSOE, pero, en realidad, están haciendo uso del pueblo español para sus fines. Aquí no viene a cuento echar mano por enésima vez del pacto PSE-PP y las mentiras de Patxi López.
El pueblo español votó en mayoría al PSOE para que defendiera sus intereses. El pueblo vasco votó en su gran mayoría al PNV para que defendiera los suyos. El pueblo español tiene en el congreso lo que votó y el pueblo vasco también. Por los ciudadanos españoles se supone que vela el PSOE y por los vascos el PNV, si no te gusta el resultado la próxima vez vota otra cosa o crea un nuevo partido que ya va siendo hora.
En La Razón del pasado martes, Alfonso Ussia comenta el acto sobre las víctimas del Congreso de los Diputados y se mofa de Llamazares y de Erkoreka con las siguientes palabras:
«Se me antojó pobre y mal estructurado el acto en homenaje a las víctimas. Me extrañó la compungida expresión de Llamazares y la devota actitud de Erkoreka. Tengo a Erkoreka por una buena persona, pero es el portavoz del PNV en el Congreso, ese partido político que ha tratado a los etarras como si fueran amados hijos díscolos durante treinta años».
Josu, si Ussía piensa que eres «buena persona», tienes que mirártelo. Algo estás haciendo mal.
Un saludo
PD: ¡Cuanto ha ganado el blog si el molesto run-run del ignorante de Sondika!
«Nauseabundo todo. Impresentable, digno de un estado platanero tercermundista sin desarrollar cívica y políticamente.»
Claro, claro, lo civilizado y lo politicamente correcto (pongamos por caso) es ir colocando bombas en los aparcamientos…
Nada que ver los inevitables daños colaterales que acarrea la lucha armada por la liberación de Euskadi, con las pobres víctimas de la perversa y nauseabunda violencia politica española.
Donatien, ¡gracias por tus desarrolladas, profundas y sabias palabras!
¡Que Dios te bendiga!
No Daniel, no. Lo que pasa es que parece que víctimas solamente son las que a matado ETA y nos olvidamos de los GAL, GRAPO, FRANCO,… Y eso es frentista y excluyente o todas o ninguna. Lo que está claro es que cualquier excusa es buena para sacar a ETA a colación, no hay día en que una de sus víctimas no sea homenajeada, pero del resto nada de nada. Luego hay gente que protesta por celebrar el 73 aniversario de algo cuando de éstos hemos visto celebrar el primero, el segundo, el tercero,… uno de grupo por parte del parlamento vasco, otro del parlamento ejjjpaniol,…
Pero con las víctimas de la violencia de género, día sí y día también, no se muestra tanta solidaridad ni entusiasmo. Será cuestión de rentabilidad?
¿Donde están las victimas del Batallón Vasco-Español?, ¿de la Guardia Civil y la Policia Armada durante la Transición?, ¿de los GAL?, y, ¿las victimas del franquismo?. ¿Para cuando un homenaje de toda esta gente que no pensaba como José Bono y Júan Carlos de Borbón en el Congreso y Senado con la presencia y sendos discursos pidiendo perdón y que se hará justicia a las victimas?. ¿Cuando?, respuesta; nunca.
No creo en la pseudo democracia española. Es una democracia diseñada para los españoles donde ellos son mayoría demográfica. Donde ellos son mayoría; normalidad, estado de derecho, modernidad, pluralidad, bla, bla. Donde el sentimiento nacional no es español; tribus, boinas, atrasados, aldeanos, racistas, xenofobos, excluyentes, talibanes, etc. La democracia española no es que sea imperfecta, es que la cuadratura del circulo y claro no funciona. Como el dichoso homenaje, que no es creible. No es más que una carga de profundidad contra el nacionalismo vasco.
Se nos está olvidando la clave de la elección del 27 de junio como día de las Víctimas del Terrorismo: los dirigentes y los medios de comunicación casi en bloque han engañado a la ciudadanía española con el más que dudoso dato de que la bomba de «El Chopo» de Amara en 1960 la puso ETA. Resumiendo: nos han mentido deliberadamente. La campaña ha estado prefectamente teledirigida, empezando por el reportaje lacrimógeno de Duva en «El País». En cualquier otro país el escándalo hubiera sido de aúpa. En España, por lo que se ve, no. Los que saben y prefieren callar son peores que los que están mintiendo. La historieta está ya tan pasada de rosca que se están añadiendo elementos de los que nunca habló en su día el buenazo de Lluch, como atribuir a ETA las bombas que puso el DRIL en Madrid, Barcelona y Zaragoza en 1960, o incluso hablar de un coche bomba de ETA en Amara en junio de 1960 (sic, «El País», 28-6-2010). Más aberrante todavía, si se elige un atentado de 1960, se pone en cuestión la lucha armada contra la dictadura. ¿Dónde ponemos el límite temporal? Porque de condenar al DRIL a condenar al maquis o al bando republicano de 1936-1939 sólo hay un paso, que sin duda al hijo de falangista de Bono le encantará dar. Por cierto, ¿a todo esto a nadie se le ha ocurrido pensar que se está menospreciando vilmente el recuerdo del primer menor de edad asesinado por ETA? Fue un chico de 13 años apellidado Piris o Peiró -ni las fuentes coinciden- en Azcoitia el 29-3-1980. ¿Se acuerda alguien de él? Y la primera víctima de ETA casualmente no fue víctima de ETA. Fue un tal Batarrita, al que los picoletos confundieron con Julen Madariaga. Dispararon primero y preguntaron después. Marzo de 1960, si no recuerdo mal.
Muy a mi pesar, lo he descubierto: Ernest Lluch hizo un «uso imaginativo de las fuentes» en los artículos en los que pretendía atribuir la muerte de Begoña Urroz a los etarras. Ernest tergiversó totalmente lo publicado en el boletín 3189 (1-7-1960) («http://ope.euskaletxeak.net/»). Todo el mundo ha repetido que la OPE 3189 comenta que es difícil pronunciarse sobre la autenticidad del DRIL. ¡Y la OPE dice todo lo contrario! Ernest pilló al vuelo un dato caduco referido a las bombas del DRIL en Madrid en FEBRERO de 1960 y ocultó todo los demás. Por último, la Memoria de 1960 del Gobierno Civil de Guipúzcoa (Archivo General de la Administración, Sección de gobernación, Caja 11310) atribuye al DRIL la muerte de una niña de corta edad en la estación de Ferrocarriles Vascongados el 27-6-60 (http://historiahoy.files.wordpress.com/2010/01/libros-anos-501.doc«, en el ensayo «Control social y dictadura franquista, 1951-1962», de Manuel Ortiz Heras, de la UCLM).
Todos, absolutamente todos los que han argüido que esa chiquilla fue víctima de ETA en 1960 han mentido. Y cuando digo todos, incluyo a la familia Urroz. Los Urroz son a las víctimas de ETA lo que Enric Marco es a los republicanos españolesque estuvieron presos en campos de concentración nazis como Mauthausen.