“Yo me fío de Patxi López”. Así se expresaba Rajoy, en julio del año pasado, cuando el presentador de un foro público organizado por el diario ABC le preguntó por la confianza que le inspira el inquilino de Ajuria Enea. Nunca he oído a Rajoy decir algo semejante con respecto a Zapatero. Y puedo asegurar que les he visto debatir en innumerables ocasiones. Antes al contrario, su discurso habitual, severamente crítico con el presidente del Gobierno, suele poner especial énfasis en la escasa credibilidad que rezuma el personaje. “Usted no es de fiar”, le ha espetado en más de una ocasión desde la tribuna del Congreso.
Así pues, Rajoy se fía de López, pero no se fía lo más mínimo de Zapatero, por mucho que este sea el máximo responsable de la formación política en la que aquél milita y bajo cuya disciplina actúa. En esto, la presidenta del Parlamento vasco ha sido un punto más coherente. Arantza Quiroga no pondría la mano en el fuego por ninguno de los dos. Ambos -Zapatero y López- le inspiran la misma desconfianza.
Pese a la nula credibilidad que aprecia en Zapatero, el pasado miércoles, Rajoy se reunió con él por enésima vez. Y, también por enésima vez, la expectación generada por el encuentro se ha topado de bruces con el infranqueable muro de la frustración. La cumbre ha parido un ratón. Lo que se prometía como el preludio de un gran pacto de Estado contra la crisis económica, se ha visto reducido a un raquítico enjuague que, con el pretexto de impulsar la reordenación de las cajas de ahorros, garantizando su solvencia y, con ello, su viabilidad, sólo servirá, de hecho, para que ambas formaciones puedan disimular los desmanes y excesos en los que han incurrido los consejeros que en su día designaron para dirigir estas entidades de ahorro.
En Euskadi, durante mucho tiempo, los socialistas y los populares acusaron al PNV de politizar las cajas de ahorros. Ese fue, de hecho, el principal argumento con el que boicotearon los diferentes proyectos de fusión. Y hoy resulta que las cajas vascas se encuentran entre las mejor gestionadas de todo el Estado, mientras se comprueba que, donde tuvieron poder, el PSOE y el PP convirtieron la red de cajas en un inmenso pesebre, del que echaron mano profusamente para repartir canonjías entre los afines. La maloliente estela que esta práctica ha dejado tras de sí es pavorosa. En la Caja Castilla-La Mancha hemos visto emerger la punta de un inmenso iceberg que atufa a partidismo, abuso e incompetencia. En Madrid, los manejos de Esperanza Aguirre por asegurarse el control de la Caja que lleva el nombre de la Comunidad Autónoma, han sido tan descarados como sonrojantes. Y en Galicia, hemos visto nada menos que el presidente de la Comunidad Autónoma anunciando públicamente el arranque del proceso de fusión entre Caixanova y Caixa Galicia. ¿Alguien se imagina lo que el PP hubiese podido atronar en Euskadi si el Lehendakari Ibarretxe llega a comparecer públicamente para hacer un anuncio semejante en relación con las cajas vascas?
No hay que engañarse. El único acuerdo que Zapatero y Rajoy firmaron el pasado miércoles -el relativo a las entidades financieras- sólo persigue disimular de la manera más honrosa posible, el improductivo erial en el que han convertido a las cajas los gestores designados por sus respectivos partidos políticos para ocuparse de su gestión. Es una manera de cubrirse mutuamente para tapar sus vergüenzas. Y de paso, recentralizar de nuevo el control sobre las cajas, vulnerando las competencias autonómicas con el pretexto de que así lo exigen el saneamiento del sistema financiero y la ordenación general de la economía. Eso es todo lo que da de sí la capacidad de acuerdo del PSOE y el PP cuando se trata de salvar la economía y velar por el interés de los ciudadanos.
Hace unos años, los alemanes fueron capaces de implicar a los dos principales partidos del Estado en una gran coalición, concebida para pilotar de forma mancomunada y corresponsable el duro proceso de ajuste que requería el mantenimiento de la competitividad de la economía germana. Más recientemente, los portugueses han puesto en marcha una operación similar. El primer ministro Sócrates ha pactado con el líder de la oposición Pedro Pasos Coelho para trabajar mano a mano en contra de la crisis. Pero en España, nada de esto parece posible. Ni en un momento tan delicado como el actual, con los especuladores merodeando como hienas en torno a los valores de marca hispana y la bolsa descendiendo en caída libre, son capaces los socialistas y los populares de orillar diferencias y compartir una estrategia sólida que contribuya a sosegar el panorama y transmitir serenidad a los mercados. Sólo parecen dispuestos a colaborar para adecentar el cortijo y borrar las huellas de los excesos cometidos en el pasado, aprovechando la ocasión para meter una dentellada más al -ya muy precario- activo competencial de las comunidades autónomas. Parece evidente que, entre el ciudadano y el partido, siempre optan por este último.
Con todo, sería inexacto transmitir una imagen del PSOE y del PP marcada, exclusivamente, por la confrontación abierta, crispada y radicalmente irreductible a los acuerdos. Aunque parezca mentira, los socialistas y los populares son, también, capaces de pactar y de cerrar filas en torno a proyectos compartidos. Sólo les hace falta encontrar una causa que les motive lo suficiente para ello. Y la experiencia demuestra que una de las que más intensamente contribuye a estimular su voluntad pactista es, precisamente, la lucha contra el nacionalismo vasco. Ya pactaron en enero de 2005 oponerse conjuntamente a la Propuesta de Nuevo Estatuto aprobada por el Parlamento vasco. Y en 2009 han vuelto a pactar para aupar a López a Ajuria Enea, arrinconando al PNV que había ganado las elecciones. Se conoce que la lucha contra la crisis no les motiva tanto como la lucha contra el nacionalismo vasco. Por esta última son capaces de apartar las diferencias y pactar. Por aquella no.
En plena polémica sobre el Estatut, el conseller catalán de Hacienda decía esta semana que, para los socialistas catalanes, primero es Catalunya y después el PSOE. Su orden de prioridades es, como se ve, exactamente el contrario del que guía la actuación Patxi López que, en este punto, hace honor a sus superiores de Madrid: entre el ciudadano y el partido, siempre se queda con el partido. Entre Euskadi y Zapatero, Zapatero, sin lugar a dudas. Durante el último año hemos sufrido a un Lehendakari inane que siempre se ha callado cuando la sociedad vasca le requería para que hiciese un pronunciamiento claro en defensa de los intereses de Euskadi. Sucedió con el IVA de Araba, con la enmienda Florentino y con el recurso interpuesto por La Rioja y Castilla-León contra el blindaje del Concierto. Y con otros muchos asuntos de interés estratégico para el País Vasco. En los momentos decisivos, nadie le ha escuchado levantar la voz en defensa de los intereses vasco. Y parece que volverá a suceder con la transferencia de las políticas activas de Empleo, donde aceptarán, sin duda, un traspaso vergonzosamente mutilado. Definitivamente, los vascos no estamos mejor que hace un año. Porque hoy, sencillamente, carecemos de un Gobierno que defienda nuestros intereses. Desde el 11-M, sólo ha mejorado una cosa en Euskadi. La relación entre el PSOE y el PP, que antes era pésima, como en España, y ahora vive una auténtica luna de miel. Pero quien se base en ello para sostener que ha mejorado la convivencia entre los vascos, olvida que, unidos, los socialistas y los populares no suman ni la mitad de la población. Y hablar del oasis vasco con la vista puesta en el 45% de los ciudadanos, denota un sectarismo tan grave como excluyente. Tampoco en eso vivimos mejor que hace un año. Digan lo que digan las plumas mercenarias que celebran con entusiasmo el I Año Triunfal de la Acumulación de Fuerzas Españolista constituida para llevar la rojigualda a Ajuria Enea.
yo también les exijo un pacto de estado! d. pako solo hace SEGUIDISMO, el duo dinámico PATXIGOITI son realmente humillantes para la cav, uno desaparece en los momentos claves, cuidan con exceso su imagen, por algo será………..y el otro niño de papa con su lenguaje macarronico que según VEO7 (la tele de pedro jeta) es muy cercano al pueblo, es decir que nos toman por tontos y zafios!
[…] Leer fuente […]
Yo me lo leí en su día y me gustó.
Saludos.
Veremos cuantos votos suman los tres juntos (Pp, PSOE y UPD) en las próximas municipales y no digo nada de las generales,…
A mayor nivel de abstención mejor les va, ahora como la gente vote en masa veremos en que se queda el porcentaje del frente cultivado con sede por la meseta central.
En cuanto a los obstáculos puestos para la fusión de la cajas vascas,… Qué pasó? No se llevaban suficiente tajada o la acostumbrada? Hasta el BCG había estudiado la viabilidad de la fusión, no?
Otra cagada, (perdón por la expresión) pero con esto de ir de culo,… Se niegan en redondo y al cabo de suspiro tienen que hacer lo que criticaban que hicieran otros… si NO HUBIERAN ESTORBADO A EUZKADI, la de tiempo, esfuerzo,… que se hubiera ganado. Ya que no saben ni arreglar ni construir nada por lo menos que no vayan por la vida destruyendo.
Su lema parece ser: Ejpania va mal, y Euzkadi por sus cohone que también, todos iguales…
Sr Erkoreka, esta audiencia seguro que recibiría con mucha atención que dedicara un apunte suyo al «Gürtel del PNV». ¡Vaya: el «caso de Miguel»!. Parece que el oasis vasco también lleva visos de dejar de serlo. Si es que somos todos tan parecidos… Como ya le he dicho en otra ocasión: hasta el sol tiene manchas.
JELen agur
Gracias por el mensaje, Josu. Es bueno. Es cierto.
La ciudadania tienen que tener claro que PP y PSE (y la IA mirando a otro lado, no lo olvidemos) pactan para desplazar al nacionalismo vasco, como única motivacion.
¿no decian que la trasferencia de empleo estaba bloqueada por un pacto con el PNV?
Sr Erkoreka, si se decide a comentar el «Gürtel del PNV», no deje de mencionar el «caso Margüello».
Borja, parece que es el consejero acusador bengoa el que no tiene muchas ganas de colaborar…
http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/PNV/critica/Sanidad/dificultar/investigacion/caso/Marguello/elpepuespvas/20100518elpvas_5/Tes
Se le piden a bengoa 52 informes y se presenta con uno… Los otros es que… son muy complicados de sacar…
Ya lo dijo rubalcaba que eso de las pruebas tampoco era fundamental. Primero se acusa , que ya se encontrarán pruebas.
por cierto borja, cuantos pleitos llevan los tuyos? yo te echo una mano: 260 el psoe y 200 el pp. Parafraseando al evangelio, no son los pecadores los mas adecuados en tirar las piedras
Por cierto, un dato que se te escapa, será que en la prensa monarquica y nacionalista no apareció el dato. El pnv fulminó del partido – con todo el respeto a la presunción de inocencia- a los imputados. Un ejemplo de ética política que deberíais seguir… si supierais lo que es ética.
No falla, en cuanto las entradas de Erkoreka critican un poco a Patxi López y su Gobierno de la tolerancia, Lucrecia Borgia salta a morder. Ahora lo hace con lo que llama gurtel del PNV. El Gurtel del PNV, querida Lucrecia, está en los juzgados. Y los presuntos implicados están todos cesados de sus cargos. De hecho fueron destituidos el primer día. Lo contrario de Camps que sigue en el machito. Y lo contrario de aquellos socialistas que seguían comentiendo travesuras mientras Felipe González se enteraba de todo a través de la prensa. Cuando acabe el proceso, el juez dirá lo que tenga que decir. Si es que tiene algo que decir, realmente. Mientras tanto, ya se ocupan El Correo, El País y El Mundo de linchar a todos a través de un juicio paralelo. ¿Cómo sino le iban a preparar el camino al PSE para las próximas elecciones municipales?
Cotton, ¿por qué me hablas en plural?. Soy yo sólo.¿ Quienes son los míos?. Yo ya no se quienes somos los nuestros.
Borja, con todos mis respetos, no busques la pelota. Cotton te ha metido un gol y no te has enterado. No sigas buscando la pelota. La tienes dentro de la portería.
Saludos.
Cotton, Manuel, acepto que el comportamiento del PNV ha sido mejor que el de otros partidos y especialmente los del Gürtel. Yo sólo me dirigía al Sr Erkoreka para que nos comente estos casos desde su punto de vista.
También tengo claro el poco airoso papel de Bengoa.
Lo que si creo poder afirmar es que esto ocurre hasta en las mejores familias. Esperemos que todo se aclare judicialmente y mejor una opinión del Sr Erkoreka.
Cotton, me siento libre de tirar piedras porque no soy de ningún partido, ni empleado de ningún gobierno. El partido político por el que siento más simpatías nunca ha estado en ningún gobierno y ha dado poquísimo que hablar en cuanto a corrupción. Claro que puede que sea por eso.
En singular, creo que sé lo que es la ética. Gracias por vuestros apuntes de cualquier modo.
Borja, yo tampoco milito en ningún partido y soy empleado de ningún gobierno. Solo soy un simple ciudadano que busca trabajo y opino en este blog como otros.
Saludos.